martes, 23 de junio de 2015

Soledad (Cautiverio)

La tierra tembló,  su corazón se encogió y ella camino lentamente hacia el camino que no quería transitar.

Pensaba en su camino solitario,  en la tierra árida y en el calor asfixiante.

Pensaba en si misma,  en el hombre que amaba,  el que había quedado encerrado en la torre de la cual se alejaba.

Podía escuchar su voz en el viento,  podía sentir sus caricias en el roce de su vestido y podía sentir su súplica en lo hondo de la conciencia.

Dejarlo ahí significaba la muerte,  y retornar significaba el fracaso.  Era fuerte y dura,  pero no había nadie alrededor y se permitió llorar.

Lloraba por su amado,  por el cautiverio y por la traición. Lloraba por tener que romper su propio corazón al marcharse del lugar que amaba.

El nuevo camino traería cosas diferentes,  y poco a poco,  su naturaleza fugaz e inestable haría que se olvidara de ese hombre encadenado, y del amor que ya estaba comenzando a dudar haber sentido alguna vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario