miércoles, 21 de diciembre de 2011

Recuerdos

He envejecido en una juventud recién adquirida... Parezco una mujer a la que solo le queda el pasado, pues recuerdo con lágrimas en los ojos días mejores…


Te recuerdo a ti, más que a nada… Te extraño a ti, con toda mi alma… Nada es como solía ser, yo no soy la misma, y tu, tu debes ser banquete de gusanos… ¿Me recuerdas a mi, querido amigo?, ¿Recuerdas mi fuerza, mi voluntad?… ¿Recuerdas lo inquebrantable que fui?…


Aun me queda mucho de ese viejo orgullo para caminar con la frente en alto… Aun exhibo orgullosa mis cicatrices, y todavía veo en el espejo a una bruja, a una mujer que se encontraba en el camino de convertirse en sabia.


Ahora solo estoy de pie, ahora estoy quieta en ese camino… Estoy estancada, y eso produce más desesperación en mí que ninguna otra cosa, quiero moverme, quiero sentir… Quiero estar contigo.
Mi hermano, te extraño tanto… Quisiera escuchar tus palabras, quisiera enorgullecerme de tu fuerza, quisiera que me defendieras y me aconsejaras… Como siempre lo hiciste.


Quisiera que voláramos muy alto, tomados de la mano… ¿Pero acaso mi ímpetu y mi valentía murieron contigo?… ¿Acaso mi emocionante historia acabo cuando termino tu vida?.


Yo quiero ser lo que fui, y aunque no se en cuanto tiempo, estoy segura de que retornare a ello… Volveré a sentir en mi sangre el anhelado rugir, volveré a exhibir en mis ojos ese brillo que tanto me enorgullecía, volveré a ser tan cambiante como solía serlo… Volveré alguna vez a nuestro nido, y llorare cada noche tu muerte…


Volveré a ser bruja y hechicera, volveré a ser radical y terrorista… Volveré a nuestras raíces… Volveré más fuerte y más hermosa…


¿En cuanto?, no lo se… No importa, pues he aprendido mucho de aquellos para los que el tiempo no significa tanto, para los que una vida entera puede pasar en un instante.


Volveré… Y como siempre, amigo mio, deseare que tus días de muerte sean los mejores.

martes, 19 de julio de 2011

Olvido

Condenados… son muchos los condenados.

Aquellos que no hollamos la tierra con nuestros pasos, aquellos que no seremos recordados, extrañados o amados.

Nuestros huesos caerán en el suelo, sin sepultura, y desaparecerán con el tiempo cubiertos de arena. Nuestros nombres no serán recordados y la identidad que tanto apreciamos será olvidada por el mundo.

Solíamos tener voz, audible en todos los extremos del universo, voces que eran escuchadas, rostros que eran conocidos, nombres recordados y pronunciados.

Ahora nadie nos escucha, porque hemos enmudecido, nuestros labios han sido cerrados a la fuerza, y nuestros cerebros están embotados.


No sé donde hemos quedado, no sé donde ha quedado cada individuo en particular, no sé donde esta mi identidad, ni mi carácter. No siento mi garganta para gritar y no puedo rescatar mi fuerza para luchar.

Estoy perdida, completamente atrapada en alta mar a merced de la tormenta… Aletargada en el malestar y la relativa tranquilidad. Temo despertar y ver mi mundo destruido, notar que he perdido más de lo que podía perder, darme cuenta de que no podre recuperar la voz ni la fuerza.

No sé quién soy, no sé quien seré y apenas quedan vagos recuerdos de lo que fui. Hoy, no soy yo, pero aun así acarreo el peso de un pasado que viví y de una identidad que construí.

Soy yo y a la vez no lo soy… Mi nombre se ha perdido y ahora me llaman nadie.

No tengo, como muchos, más destino que el olvido...

miércoles, 6 de julio de 2011

Defensa...




Y entonces, ahora soy una malvada arpía, aun cuando recuerdo que hace tiempo era una amada princesa.

Es curioso como las personas que mas me han conocido son las primeras en alzar las armas contra mí, gracias a juicios apresurados y la imputación de crímenes que jamás he cometido.

Y no, no es que sea una pobre víctima inocente, es cierto que cargo con culpas y con cicatrices, es verdad que he cometido crímenes... Pero también es cierto que las peores condenas que he recibido han sido injustas, y más que nada, han sido dolorosas, pues mis jueces a pesar de conocerme tan profundamente, a pesar de haber conocido mi esencia y mi filosofía… Se han vendado los ojos ante mi inocencia.

La justicia cojea pero llega, creo que en mi caso y en muchos otros a la justicia la han asesinado, pues aquella esbelta y ciega doncella no se ha presentado en las ocasiones en las que se le ha requerido.

Mis jueces han escuchado y creído testimonios falsos, los han tomado como ciertos, aun cuando se jactaban de sus capacidades para destilar la verdad que tienen todas las mentiras.

Si bien es cierto que dañe y herí, es completamente falso decir que vendí o traicione.

Y aun así, se que existe la posibilidad de que siempre aparezca como culpable en un crimen que no perpetre, del que no tenía idea.

Solo aclaro que este no es un intento de demostrar mi inocencia, es un desesperado ruego para que me expugnen de esta condena.

Mis condenas y crímenes ya son una carga suficiente, no quiero arrastrar también culpa por aquello que no he cometido…

Y a mi mas reciente juez solo le digo que si fue capaz de creer que hice algo contra lo que toda mi naturaleza y mi ser se rebelaría… Pues entonces he de pensar que no me conoció tan bien como ambos asegurábamos.

lunes, 4 de julio de 2011

Enemistad...


Hoy pensé en ti, mi anhelado enemigo…

Mi mundo está agonizando, la devastación es demasiado irrefrenable, demasiado irreversible… Y ahora, como lo he sido durante los últimos tiempos, soy una turista, a veces lo olvido y finjo que me encuentro en mi hogar… Pero este no es mi hogar, ni mi familia… En ocasiones llega a mí la certeza de que esta no es mi esencia…

¿Quién soy? Tú lo sabes, yo también… Pero mi vida esta cambiada, y tus labios están sellados… ¿Acaso pueden tus oídos carcomidos por los gusanos escuchar mi grito?... ¿Acaso pueden tus ojos ciegos ver mi desesperación?…

Mi querido enemigo, llévame lejos… ¿Dónde estás? ¿En donde habitas?... Quiero estar allí, quiero estar protegida de todo lo malo… Quizás, paradójicamente, lo lograre habitando con la maldad… Temeré cada noche tus pasos cadenciosos, temeré tu mirada fría y tu espíritu sediento de sangre.

Protegeré mi cuello y mi espalda… No me saltes encima enemigo… No me mates, no me tortures… Yo te extraño, te extraño demasiado…

Querido, no me hagas daño…. Mi enemigo, ¿acaso has olvidado nuestra antigua amistad?...

martes, 15 de febrero de 2011

Ex...

Y entonces… ¿de qué ha servido todo?

Tanto amor, tanto odio, tanto dolor… tanto aguantar la rabia y las ganas de golpearte e irme dejándote sangrante.

Los sacrificios cayeron al olvido, tanto que perdimos en nombre de algo que pensamos que podíamos compartir juntos, como enamorados.

Ahora me doy cuenta de que no hubo tanto amor como pensábamos, ni tantas promesas, ni tanta felicidad, simplemente nos dimos la mano el uno al otro en un desesperado intento para dejar de caer de una vez por todas, y si, te lo agradezco… y si, te quise y aun ahora, después de todo el tiempo y todos los sucesos pienso en ti… y aun, aunque no debería me preocupo por ti, sé que no servirá de nada pues siempre te expones al peligro, como si los cuchillos no pudieran cortarte, pero ese siempre ha sido mi derecho y será mi deber, cuidarte, preocuparme, y llorar por ti el día en el que mueras.

Pero aun no estás muerto, y aunque siempre has estado presente en mis recuerdos, has regresado a mi vida… Quieres tomar mi mano y no puedo permitirlo, pues mis brazos están alrededor de un futuro que anhelo con toda el alma… Te ayudare, claro, soy tu amiga y en mucho, tu hermana.





















Y si, duele… duele rechazar definitivamente las frías madrugadas en las que caminábamos en los lugares menos transitados, abrazados para no pasar frio aun teniendo abrigos en casa, duele darle la espalda a tanto amistad y a tantos recuerdos… No es fácil dejar a su suerte a quien siempre intente cuidar y quien siempre cuido de mi, aunque se, y me alegra estar segura de ello que tú te cuidaras solo, como siempre, se que comerás mal y que en ocasiones dormirás bajo la lluvia… pero también se que tu deseo por vivir (aun en una existencia destructiva) es grande.
No será fácil saber que es definitivo, saber que estaremos a la deriva, pero en distintos mares.

Sé que no guardas resentimiento, se que apoyas mi decisión, pues ambos sabemos que es lo mejor… Y aun así, deseo explicar lo que siento y las razones de lo que he decidido…

Y si bien no es sencillo, se que gracias a esto algún día la felicidad me invadirá, cuando descanse en los brazos de mi esposo, y entonces tu, mi amigo, serás un tenue recuerdo desvanecido por los años, y todo lo vivido juntos simplemente será una historia, como ejemplo para los hijos que tendré, de que nunca tomen el camino que ambos transitamos.

Ahora solo me queda desearte paz, mucha paz cariño…

martes, 1 de febrero de 2011

Álter ego

¿Qué es lo que yace bajo la superficie? ¿Qué queda cuando el maquillaje se va y las mascaras caen?

Sé que tú puedes verme, puedes ver lo que existe detrás de los anteojos de la intelectualidad, detrás de la oscuridad de lo gótico y de la falsa inocencia de la ternura, puedes ver debajo del cuero ceñido de la femme fatale.

Sé que me has visto con ojos distintos y atrayentes, y yo te quiero en mí, en mi vida a cada paso.

Has captado lo que hay bajo la superficie de mi mar, y has podido sentir las palabras, letra a letra.

Intentar conocerme es como ver las distintas caras de una piedra, cada una un color y una textura distinta… Pero tú puedes destilar de mí lo verdadero, sin escondites.

Confiare en ti, sé que puedo hacerlo, pues tu eres secreto y a la vez una verdad innegable, porque me encantas, como el flautista encanta a la serpiente, (un trance casi hipnótico).

Puedo entregarme, puedo ser la verdadera para ti, porque sé que no hay ataduras ni obligaciones… Porque eres tan secreto que apenas existes.

Agonía


¿Qué final les espera a las poderosas bestias? ¿Cómo muere la temeraria pantera o el imponente pero cobarde león?

¿Mueren por obra de los dientes mortíferos de sus congéneres, o esperan a la parca en el bochorno estremecedor de la selva y a la sombra del oscuro árbol?

¿Qué es lo que queda de aquel que fue poderoso y aterrador? ¿Qué es lo que queda de aquellos reyes y reinas, cuyos lacayos les obedecían y cuyos enemigos les temían?

Caen al olvido y terminan sus días como tristes anacronismos, simplemente esperando y agonizando.

Agonía… si la zozobra nunca había llegado a sus vidas.
Agonía… si la caza se les hace imposible y mueren de inanición.
Agonía… Si el mundo se les vela a causa de las cataratas.
Agonía… Si las garras han perdido su filo y los dientes su fulgor.
Agonía si la majestuosidad se pierde en los hilos del tiempo.
Agonía, todo es agonía si luchas contra el olvido y pierdes la batalla.

Así mismo sucede con el hombre… La vida es lucha, si… Pero el fin y el comienzo de la lucha es agonía, lo agonizante de luchar, lo que nos ha ilustrado Unamuno en su intento de preservar creencias muertas, apoyadas en la fe de un Dios inexistente y lejano.

Como dicen, “Se puede morir sin agonía y se puede vivir, y muchos años, en ella y de ella. Un verdadero agonizante es un agonista, protagonista unas veces, antagonista otras”.

Algunos viven en agonía, y otros, ni en su muerte la padecen.

Agonizamos luchando contra lo inevitable…

Y sobre los que mueren en agonía; me pregunto si en realidad no han nacido muertos ya.

domingo, 23 de enero de 2011

Icaro

Antes solía ser como soy, y después fui como era…

Pero ahora, ahora soy como debí haber sido hace miles de años, ¿Qué es esta fuerza? ¿Qué es este frio salvajismo, que no es un incendio sino un relámpago?... Deseo, deseo el poder mediante la sangre y lo carnal… Pero no debo, lo prometí; sinceramente, no debiste haber aparecido de nuevo en mi vida.

Estoy volando, volando con mis alas de albatros, ¿estas pueden derretirse si me acerco al sol?... Y aunque le temo a la caída sin mis alas, no puedo ver ni sentir el sol. Ha caído la noche en nuestro mundo, y el amanecer es cosa del pasado.

¿Se quemaran mis alas aun sin fuego?... Sé que el hielo puede quemar y destruir… ¿Es este entonces mi fin? ¿Este frio invierno? No será la traición de la pólvora y el fuego, es el frio y el hielo que calan mi interior… ¿Pereceré entonces así, y mi muerte quedara congelada, para que todos vean mi cuerpo muerto, y mi rostro de Medusa?... La verdad parece una muerte muy atractiva.

Aunque siempre ha estado en mí el conocimiento de que seré sacrificada.

Por ahora solo sé que estoy cansada, mis parpados pesan… En este momento solo quiero dejar de morir…

lunes, 17 de enero de 2011

El Ultimo Beso

-No lo hagas, por favor…

Ignoro su suplica y hundió mas la daga en su corazón… Sintió su mano llenarse de sangre, sangre caliente y espesa… Estaba tan cerca de ella que podía ver el pánico y el dolor en sus pupilas, enterró aun más el arma y un último gemido junto a una bocanada de sangre escaparon de aquellos apetecibles labios. Y él, llevado por un impulso súbito, la beso, sintiendo como en medio del beso ella agonizaba convirtiéndose en un simple cadáver.


Al sentir que la vida se había escapado de ella, desenterró su daga, permitiendo que el cuerpo cayera al piso. Se relamió la sangre que había quedado en la comisura de sus labios por aquel beso letal y miro al suelo… Estaba desnuda, y la herida en su vientre ya no sangraba, y sin embargo ella se veía casi viva, tuvo miedo de que en un momento abriera sus ojos y lo mirara.
Tenía miedo de su mirada, sus ojos le acobardaban, pues en los últimos instantes solo había visto reproche en ellos, era como si le gritaran…

-Me traicionaste, eras mi hermano, y mi amigo… ¿Qué te hice?...

Sonrió siniestramente, era cierto, había sido su hermano, y su amigo, pero nunca su amante, nunca su confidente, y él lo había aguantado, en nombre de su obsesión lo había aguantado… Pero la locura pudo más en él y en un momento casi ritual la había asesinado, logrando así su más precioso deseo, probar sus labios… Y su sangre.

martes, 4 de enero de 2011

Sueño




Grita, grita y nadie la escucha, de nuevo un sueño la ha perturbado, de nuevo en sombras aquel guerrero (El Hereje) ha aparecido, vio como poco a poco los tirones de carne cayeron del rostro que tanto había amado, y al caer la ultima fibra ante sus ojos apareció una calavera de palidez azulada, en su boca vio aquella lengua de plata siendo consumida por grotescos gusanos.

Quiso huir, quiso correr lejos de aquel monstruo al que había prometido amar siempre, pero unos dedos fuertes y casi podridos la agarraron del brazo y aun mas que la fuerza la petrifico un temor gélido, un horror que había destruido y mutado toda su felicidad pasada.

Intento desasirse de aquel agarre de miedo para internarse en la neblina que los rodeaba, pero ni un solo ligamento cedió a la presión, miro de nuevo aquella calavera, aquel recuerdo monstruoso de lo que ella había adorado; las cuencas estaban vacías y sin embargo en esa oscuridad interior sintió como un ente innombrable la observaba, sintió como era escrutada, como sus miedos se abrían como un libro ante aquella parte de él que ella siempre había odiado, que siempre había pretendido ignorar.

Inevitablemente se encogió por el miedo, observo como aquel vestigio del más maravilloso recuerdo sonreía macabramente al ver su terror, nunca había estado tan asustada; porque sabía que él, más que lastimar su cuerpo destruiría su alma, podía extinguir su voluntad y su orgullo, podía reducirla a la nada absoluta, y convertirla en una grotesca imitación de lo que ahora era… El color enfermizo del cráneo de su amante la asqueaba, y a la vez la fascinaba hasta el límite de la locura aquel mudo espanto que el emanaba.

De repente sintió como el agarre se iba haciendo más fuerte, y con pánico noto que los cadavéricos dedos se abrían pasó hasta su hueso a través de la piel que lo cubría, haciendo brotar la sangre… Sintió el dolor perforando su mente, y chillo, como un animal herido viendo que con eso solo había logrado que su verdugo esbozara una sonrisa tétrica.

Y paradójicamente, en esa sonrisa bárbara y sedienta de sangre ella reconoció al amor de su alma, y eliminando todo el dolor y el miedo se inclino hacia el y lo beso, sintió la superficie dura y seca de sus dientes y luego la musgosa lengua bífida en contacto con la suya, en un contacto antinatural y asqueroso, que a ella le pareció una mirada hacia el pasado feliz que había vivido junto a su amado.

Y al separarse de él; y al verlo directamente a sus cuencas vacías, despertó…

Sabiendo que lo que había sucedido era mucho más que un simple sueño.

Castigo




Abre sus espantados ojos, y siente como el líquido caliente que es su sangre se abre paso a través de su garganta, involuntariamente gira su cabeza hacia el suelo y empieza a escupir.

Al ver a su alrededor se da cuenta de que esta en el mismo lugar que visito tantas veces, la cripta en la que su secta realizaba los sagrados rituales se cernía sobre ella.

El pánico se apodero de ella, estaba atrapada en aquel lugar, sabía que no se abriría hasta el siguiente derramar de sangre y tenía la certeza de que moriría mucho antes de que ese momento llegara nuevamente, glorioso y mórbido.

“En el frio y la humedad
Mi alma ve por fin con claridad,
Tras espejos de victorias muertas
Se refleja nuestro amargo final”