domingo, 7 de septiembre de 2014

Vino

En noches como esta una copa de vino es la mejor compañía, en noches como estas, en las que la añoranza estrangula, deseo volar, o tal vez convertirme en piedra.

En noches como esta quisiera ser más tranquila, más cuerda, más consecuente… Es en noches como esta en las que necesito refugiarme en unos fuertes brazos, o recostarme en unos tibios senos desnudos.

Es cuando la luna esta de esa manera en el cielo que yo quiero gritar y saltar eufórica, es a esta hora que deseo vestirme con una falda corta y unos tacones altos, para salir a cazar.

Pero entonces, comienzo a desear quedarme en casa, empiezo a desear algo cálido y comienzo a sentirme completamente satisfecha al saborear el vino caliente en mis labios.

Es en noches como estas en las que recuerdo cuanto amor he dado, y cuanto amor he recibido (sigo estando en deuda), en las que rememoro las caricias que más he gozado.

Noches así están llenas de extrañeza, llenas de salvaje dolor y de hermosa libertad, están llenas de deseo y de existencialismo.

Estas noches se convierten en el inicio de una gran carrera para encontrar aquello que sé que necesito, pero que aún no conozco.

(Escrito el 5 de marzo de 2013)

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