sábado, 16 de febrero de 2013

Vacío…


¿Por qué no soltarse, y simplemente dejarse caer?

¿Por qué no liberarse ante la inmensidad y dejar que la gravedad haga su trabajo?

He hecho eso, ya no importa la seguridad, no importa el dolor, no importa el pasado ni las experiencias sufridas.

No importa nada más que el ahora…

Estoy suspendida en el vacío… Y sin embargo estoy cayendo…

Aun así amo caer, me he soltado de la seguridad con determinación y ahora soy feliz, caigo riendo, caigo satisfaciendo mi naturaleza.

Caigo, caigo, caigo… Sin temerle a nada, sin pedir nada… Sin soñar con imposibles en la penumbra de mi habitación.

Me sumerjo en el vacío, juego con el inminente peligro de muerte… Sonrío ante él, sonrío ante todos… Porque estoy tan bien, porque estoy cayendo, moriré… Y así estoy bien, así estoy tranquila y satisfecha…

Moriré, una y otra vez, una y otra vez… Hasta que el abismo se haga un escalón, y la caída no sea más que un tropiezo en un hermoso camino.


Caigo, caigo, caigo… Y me pregunto… ¿Cuánto tardare en chocar esta vez?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario