No obstante, la muerte de la esperanza puede ser tan bella que los Dioses se apiaden de ella y le den una bocanada de aire ahumado olor al revitalizador incienso de un amor oloroso a THC que almidona las deíficas bragas que adoro en nuestro altar libidinoso cada mañatarches de un lúbrico domingo eterno a tu lado, mi Diosa Esposa.
Me niego a vivir en la belleza de la muerte de la esperanza. Prefiero la brutalidad del esfuerzo por mantenerla viva. Pero solo puede existir en un mundo compartido.
No obstante, la muerte de la esperanza puede ser tan bella que los Dioses se apiaden de ella y le den una bocanada de aire ahumado olor al revitalizador incienso de un amor oloroso a THC que almidona las deíficas bragas que adoro en nuestro altar libidinoso cada mañatarches de un lúbrico domingo eterno a tu lado, mi Diosa Esposa.
ResponderEliminarMe niego a vivir en la belleza de la muerte de la esperanza.
ResponderEliminarPrefiero la brutalidad del esfuerzo por mantenerla viva.
Pero solo puede existir en un mundo compartido.