jueves, 1 de febrero de 2024

Desesperanza

 
Y entonces la esperanza asoma de nuevo su ingenuo rostro.
¡Mátala! ¡Estrangúlala!
¡Sofócala! ¡Elimínala!
Este mundo no es de las esperanzas infantiles.
 
Las pasiones ardientes hacen parte de los libros,
y de los corazones adolescentes.
No anheles el cumplimiento de las historias de amor.
Anhela la seguridad, el capital, la cercanía.
 
Nadie recuerda ya los pasos de sus pies cuando eran otros,
nadie ofrenda ya en las encrucijadas.
Nadie anhela el roce de la piel nunca besada,
O el llanto de bebés que nunca existieron.
 
Únete de forma eficiente y racional.
Cásate con la mente, y jamás con el corazón.
No ames, no desees, no sueñes. No confíes.
Deja que el cinismo llene hasta la ultima fisura del ser esperanzado.
 
Inmoviliza tu espíritu salvaje, cúbrelo en concreto.
Exhíbelo en el jardín de la comodidad,
como monumento a las especies perdidas,
A los sentimientos irreconocibles.
 
La esperanza no habita el mundo adulto,
La firmeza no existe alrededor de las opciones infinitas,
Los deseos fijos del corazón no son del amor líquido,
Y confunden su filosofía ácida.
 
Nada duele más que la esperanza defraudada,
No hay confirmación más satisfactoria que la del cinismo.
No esperes, no saltes. No quedan ternuras en las que caer.
 
Fluye, solo fluye.
De una pesadilla febril a otra.
Adopta una forma diferente en cada sueño.
Consagra tu cuerpo a la imposibilidad.
 
Acéptalo, por fin.
 
Never.

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